La moda de lujo puede ser «eco»
Adquirir un artículo de segunda mano supone un ahorro medio de 22 kg de CO2 y 3.040 litros de agua
La pandemia de covid-19 ha supuesto un cambio de paradigma en los patrones de consumo y, por ende, en los modelos de producción. El gasto ahora busca tener significado y las compras avanzan hacia la economía circular. La moda de lujo no queda exenta de dichos cambios y el recommerce cobra cada vez más sentido en este sector.
Según Ethical Time, se producen más de 150.000 millones de prendas al año; para hacer una camiseta de algodón es necesaria toda el agua que una persona bebe en dos años y medio –2.700 litros aproximadamente–; más de 100 manos tocan la ropa antes de que llegue al consumidor final; y lo equivalente a un camión lleno de ropa se desecha o quema cada segundo. Sin embargo, tal y como publica Farfetch después de llevar a cabo un estudio, adquirir un artículo de segunda mano supone un ahorro de 1 kg de residuos, 22 kg de CO2 y 3.040 litros de agua.
La adquisición de productos ya usados representa cerca del 9,5% del consumo en el mercado de los bienes de lujo, según publica Altagamma a raíz de un informe de Boston Consulting Group. Y es que, como consecuencia de esta tendencia que dirige a la sociedad hacia un consumo responsable, han surgido iniciativas que fomentan la compraventa en la moda más ostentosa.
La plataforma de venta de moda de lujo británico-portuguesa Farfetch cuenta desde 2019 con una sección de recommerce en su web, donde pueden comprarse desde accesorios hasta abrigos de firma antes usados. El director financiero de Farfetch, Tom Berry, asegura que que sus clientes adquieren los artículos de su selección de segunda mano porque son sostenibles, además de únicos, y no porque sean más baratos que los nuevos. «Nuestra selección de artículos de segunda mano no se oferta necesariamente a precios bajos», afirma Berry. De hecho, la plataforma publica que las visualizaciones de artículos vintage en su web se incrementaron en un 151% en 2020.
Sección Pre-owned de Farfetch | Fuente: /www.farfetch.com
The Vintage Bar es otro ejemplo del auge de la compraventa en la moda cara. Desde la corporación afirman que trabajan para que artículos en desuso sean «amados nuevamente». Influencers nacionales relevantes como Nuria Blanco o Marta Soriano han presumido en sus redes sociales de haber adquirido productos pre-owned de la marca danesa de forma reiterada. Esto demuestra que la concepción de la moda reutilizada está cambiando con las nuevas generaciones y que se están superando estigmas.
Nuria Blanco y Marta Soriano con bolsos de The Vintage Bar | Fuente: Instagram
Asimismo, la moda de lujo «eco» no solo crece en el retail omnichannel. En Printemps, en París, se inauguró el pasado mes de febrero una nueva planta de 13.000 metros cuadrados dedicada exclusivamente a ropa vintage y de segunda vida. Es el mayor espacio físico de estas características existente dentro de un centro comercial.
Si el 34% de los compradores habituales de productos de lujo ya participan activamente en su reventa, ThredUp y GlobalData prevén que este mercado se duplique de aquí a 5 años, pudiendo llegar a alcanzar hasta los 78.000 millones de euros. Además, Bain asegura que los consumidores recompensarán a las marcas que impacten de forma positiva en el medio ambiente y penalizarán a aquellas que no adapten sus modelos convencionales a estrategias respetuosas con el planeta.