La historia de la radio en España en 2 minutos
La radio es el medio de información que mejor comunica en tiempo real. Durante muchas décadas ha unido a las familias en los salones de los hogares, para compartir buenos momentos. Sin embargo, con el transcurso de los años la forma de consumo ha pasado a ser individual, debido a la digitalización, que también ha provocado un completo cambio en nuestro estilo de vida. Así ha cambiado la radio.
En 1897 se llevaron a cabo las primeras retransmisiones de radio en Inglaterra y Rusia, dirigidas por Guillermo Marconi y Alexandr Popov, respectivamente. Debido a la novedad de este medio de comunicación, que causaba sensación en toda Europa, en 1904 el gobierno español decidió asumir la regulación de las emisoras emergentes, marcando el inicio de una etapa caracterizada por la experimentación.
No es hasta junio de 1924, que empiezan a emitir las primeras emisoras oficiales, coincidiendo con el final de la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Cinco meses después, el 14 de noviembre de 1924, Radio Barcelona consigue la primera licencia para emitir de forma oficial y realiza su primera emisión.
Durante la Guerra Civil, la radio desempeñó un papel crucial, ya que se utilizó para hacer propaganda de los partidos en guerra. En esta época, surgieron aficionados que emitían de forma pirata. Finalizada la guerra, y durante la etapa franquista, los medios de comunicación, entre ellos la radio, estaban controlados por la dictadura. Debido a esto, la información que se comunicaba al pueblo estaba en parte censurada o incompleta. Había muchos temas de los cuales no se podía opinar o incluso hablar si no se compartía la ideología o el punto de vista franquista, lo que llevó a ocultar gran parte de la información. La intención de ocultar información e intentar mostrar una realidad errónea a la audiencia perduró durante bastantes años, causando una gran desinformación entre la población.
La década de 1940 se considera la edad dorada de la radio en España. Los programas, tanto informativos como de entretenimiento, se convirtieron en imprescindibles, y la escucha de la radio pasó a formar parte de la rutina diaria de la gente. En ese momento, la publicidad financió el medio, principalmente a través de las cuñas, el formato publicitario estrella de la radio, con un alto poder de persuasión gracias a la capacidad creativa del sonido.
En esta década se popularizan las menciones en directo, una nueva forma de hacer publicidad que sigue siendo la segunda fórmula más contratada por las marcas hoy en día. Este formato en directo sobre los productos de una marca se integra en los programas. Los presentadores de los programas suelen ser los encargados de realizar la mención de una forma muy natural y cercana. Esta naturalidad otorga un tono mucho más creíble y convincente; por lo tanto, los oyentes perciben el mensaje publicitario como una información mucho más fiable y honesta que la publicidad convencional
A partir de la década de los 80, la radio se transforma con la llegada de nuevas cadenas que amplían la oferta a la audiencia. Entre ellas se encuentra Los 40 Principales (Cadena SER), que apostó por la música. La creación de esta emisora temática atrajo a un público más joven.
En la etapa de la digitalización, en la década de 1990, la calidad de las emisiones mejora, permitiendo multiplicar su capacidad de distribución, emitir en calidad digital y ampliar sus canales de acceso, ya que ahora pueden alojar su programación en sus páginas web. Con la llegada del podcasting, la radio puede alojar su programación en plataformas de distribución de audio. Esto permite a los oyentes recuperar los contenidos radiofónicos después de su emisión.
Así es como la radio, después de muchas décadas, sigue siendo en la actualidad un medio de comunicación muy importante para nuestras vidas y que continuará perdurando por muchos años más. Especialmente gracias a su evolución y a los cambios a lo largo de los años, lo que le ha permitido adaptarse a las necesidades actuales. Esto ha provocado un uso más individualizado de la radio entre las nuevas generaciones, en contraste con los más mayores, que solían escucharla de forma colectiva en el pasado.