La hotelera NH y la Fundació Josep Carreras colaboran para que ningún menor con leucemia se quede atrás
El Porta Barcelona hospeda a pacientes enfermos cuyas familias no pueden pagar un alojamiento durante el período de tratamiento en el hospital Sant Joan de Déu
Quique Maza-Madrazo es uno de los muchos niños y niñas que se han beneficiado de la asociación entre la cadena de hoteles NH y la Fundació Josep Carreras. El hotel NH Porta Barcelona lleva nueve años colaborando con la fundación, que se dedica a la investigación y la lucha contra la leucemia, para ayudar a los pacientes con esta enfermedad que visitan el hospital Sant Joan de Déu y no tienen los recursos económicos suficientes para alojarse en la ciudad por un tiempo prolongado. El hotel ofrece estancia por el período que sea necesario con desayuno incluido, ya que “no es una recomendación, sino que se trata de una necesidad”, afirma la jefa de recepción Marta Romero.
La familia de Quique Maza-Madrazo “es un caso especial”. Es una de las familias que más tiempo ha estado en el hotel. A Quique le detectaron leucemia hace 10 años. En este tiempo ha tenido tres recaídas. Ahora ya tiene 12 años y, aunque no sufra ya la enfermedad, no está fuera de peligro ni parece que lo llegue a estar nunca de forma definitiva. Fue una situación difícil de llevar, tanto para él como para su familia, pero sobre todo fue difícil para sus padres, ya que él, al ser un niño, estaba más ajeno a lo que pasaba y vivía en plena inocencia, da a entender Patricia Cáceres, su madre.
“Quique lo ha llevado bastante bien. Nunca les hemos transmitido, ni a Quique ni a su hermano, Nico, la gravedad extrema que te puede llevar a la muerte. Siempre hemos intentado transmitir positividad y alegría. Por suerte, Quique es un niño bastante feliz. Ha sabido adaptarse bien a la situación y el deporte que practica, hockey hierba, le ha ayudado mucho. También depende del carácter de cada niño y de lo que cada familia quiera transmitir. En tres recaídas aprendes mucho. Su hermano, Nico, también lo ha llevado bien, aunque haya estado más tiempo solo debido a las circunstancias. Aun así, siempre que hemos estado de hospitales hemos intentado que él venga y que le dé apoyo a Quique; se llevan muy bien”, asegura la madre.
Quique junto a su familia.
La relación entre la fundación y el hotel, el único de la cadena hotelera que se dedica a este proyecto, se establece gracias al hospital Sant Joan de Déu. Este es el que se encarga de avisar a la recepción del hotel en caso de que haya algún paciente que no resida en la ciudad de Barcelona y no tenga los recursos económicos suficientes como para pagar toda la estancia que sea necesaria. La familia de Quique cuenta que la Fundació Josep Carreras ha supuesto un milagro y el hotel NH Porta Barcelona una suerte, de la cual “estaremos siempre agradecidos”.
Quique, a diferencia de otros niños, tuvo la suerte de poder salvarse gracias a la donación de médula ósea de su hermano mayor, Nico. Su madre insiste en que las donaciones de médula son muy importantes: “Todos podemos inscribirnos como donantes. Es algo que no te afecta en tu día a día y pones a salvo la vida de miles de personas”.