Ver gratis a Metallica por ayudar al mundo
Paralelamente a las fiestas de la Mercè, el 24 de septiembre, en Manhattan se celebraba el Global Citizen Festival. Cada año asisten grandes celebridades, tanto actores como artistas musicales a favor de la causa y muchos activistas. Todos ellos se reúnen en una convención que busca acabar con diferentes emergencias globales, entre ellas: el cambio climático, la lucha por la igualdad y la hambruna.
Lo que llama más la atención de este espectáculo, a pesar de su cartelera, es el cómo conseguir las entradas y es que hay dos opciones: comprarlas o bien participar en un sorteo. Para acceder a éste, nos tuvimos que descargar la App Global Citizen, en la cual salen los diferentes conciertos o festivales a los que puedes ir por sorteo y para entrar en ellos debes conseguir determinados puntos/acciones. ¿De que forma? Tan sencillo como hacer tests sobre temas que urgen en la sociedad de hoy en día, retweetear alguno de sus Tweets que dan visibilidad a esto problemas o incluso mandar un mail -muchas veces te dan una plantilla- a senadores, presidentes o participantes de la ONU para que sean conscientes de los problemas a los que no enfrentamos. Por cada “acción” dan determinados puntos y cuando llegas a los que te pone para poder participar en el festival o concierto que quieras simplemente los utilizas y así tantas veces como llegues a ese número.
Así es como de la noche a la mañana nos enteramos que nos íbamos de Festival y a pesar de que nos lo pasamos muy bien no era el mismo concepto que teníamos en nuestra cabeza, no era un festival como los de España. Los artistas cantaban como mucho 5 canciones y entre actuación y actuación había un intermedio de 30 minutos aproximadamente en el cual salían diferentes celebridades -políticos, actores/actrices, cantantes, directores…- para hablar de los problemas de la sociedad y dar una cantidad de dinero para la causa. Y sí, “cortaba mucho el rollo”. Una de las cosas que más me sorprendieron es que no había alcohol, ni cerveza ni cubatas solamente refrescos y agua. Añadir que por el agua no tenias que pagar, te la daban de forma gratuita con una botella de plástico reciclado, podías beber tanta agua como sed tuvieras.
Sí, los 30 minutos entre performance y performance llegaron a ser molestos pero poder ver a Metallica de forma gratuita por rellenar un par de cuestionarios que además te informaban de los problemas actuales, merecía totalmente la pena. Una gran forma de hacer que los jóvenes participemos de forma activa.