La covid-19 aumenta la contaminación en los océanos y amenaza la biodiversidad marina

La tendencia apunta a que podría haber más plásticos que peces en el océano para 2050

 

Desde el inicio de la pandemia, la ONG Greenpeace ha advertido innumerables veces sobre el impacto que iba a provocar el rápido aumento del uso de plásticos no reutilizables, conocidos como plásticos de un solo uso. Al hilo del Día Mundial de los Océanos, celebrado el 8 de junio, aparecía una alarmante noticia en su página web que advertía de la amenaza que suponían los residuos derivados de la pandemia de covid-19 en los océanos, que suponen el 70% de la superficie del planeta y que albergan una gran biodiversidad. “Sin unos océanos sanos, nos enfrentamos a efectos catastróficos en la biodiversidad, la alimentación y el clima de la Tierra”, alertaba la ONG.

En los últimos años se ha estudiado a fondo la polución que padecen los mares y las consecuencias que esto supone. Entre los muchos agentes que contaminan los océanos, destacan el plástico y los denominados microplásticos, que lo han invadido todo. Este 2020, los residuos derivados de la pandemia de covid-19, como guantes y mascarillas, han representado un incremento destacado de la polución en los mares. Medios de comunicación, como Semana Sostenible, y fundaciones, como Plastic Oceans, catalogan la situación de aterradora y alarmante.

Aunque todavía no hay cifras exactas del aumento de la contaminación por plásticos, los efectos empiezan a ser notables y no han sido pocas las imágenes de océanos ahogados por mascarillas, monodosis y guantes que se han compartido en redes sociales. La portavoz de Greenpeace España, Celia Ojeda, recordó que “debemos ser responsables con nuestros residuos” y que “ya podemos ver numerosos desechables tirados por las calles y no podemos olvidar que, a través de las alcantarillas, pueden descomponerse y llegar al mar”.

No han sido pocas las imágenes de océanos ahogados por mascarillas, monodosis y guantes que se han compartido en RRSS

A pesar de todo, todavía hay esperanzas de que las personas empiecen a adoptar alternativas reutilizables que contribuyan a reducir la polución en los océanos. Por ejemplo, el uso de mascarillas de tela reusables. Los expertos son optimistas y esperan que los hospitales y los gobiernos creen procesos para el correcto reciclaje de los residuos, así como campañas de concienciación para la población.

La pandemia también ha retrasado la petición que Greenpeace hizo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Tratado de los Océanos. Dicha petición solicitaba la creación de una red de santuarios marinos que cubra un tercio de los océanos del mundo para 2030. Este retraso supone un impedimento más para la conservación de los mares, que cada año es más urgente.

Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, aproximadamente ocho millones de toneladas de plástico entran en los océanos anualmente. La tendencia apunta a que podría haber más plásticos que peces en el océano para 2050. Mascarillas, guantes y equipos de protección avanzados funcionan igual que botellas, envases y bolsas y permanecerán décadas en la naturaleza, ya que no son biodegradables. Cuando empiezan a descomponerse, lo hacen en pequeñas partículas de plástico, los microplásticos, que se implantan en la vida marina provocando efectos adversos en los mares y océanos.