“No luchamos por la independencia, luchamos por nuestros derechos”
Se cumplen 13 días de protestas contra la sentencia del ‘Procés’ y las movilizaciones prosiguen en las calles de Barcelona
Durante los últimos días el mundo ha puesto su foco de atención en Barcelona. Redes sociales y medios de comunicación han echado humo ofreciendo una amplia cobertura de las protestas y la violencia vividas en las calles de todo Cataluña.
Hoy se cumplen 13 días desde que el Tribunal Supremo dictó la sentencia del ‘Procés’ que ha condenado a prisión a 9 de los 12 políticos independentistas juzgados por la celebración del referéndum de Independencia de Cataluña el 1 de octubre de 2017. El exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras ha sido el más perjudicado con una pena de 13 años por sedición y malversación. 13 días sin descanso y de protesta continua en los que los sectores independentistas han mostrado su capacidad de movilización. Actos reivindicativos diarios mayoritariamente pacíficos, en los que una pequeña minoría ha aprovechado para provocar disturbios callejeros y a los que la cuerpos policiales han respondido, en ocasiones, con un excesivo uso de la fuerza. Los enfrentamientos en las calles han dejado más de 600 heridos y 200 detenidos.
Toma del aeropuerto
Todo estaba previsto para la resolución de la sentencia. Todo era cuestión de tiempo. Todo listo para salir a las calles. "Llevo dos semanas preparada para conocer el veredicto", le comenta una señora mayor a otra en un banco frente la Sagrada Familia. Y llegó el día: lunes 14 de octubre. Los catalanes salieron de las aulas, de sus casas, de sus trabajos, todos a la espera del primer acto contra esta condena a los políticos presos. Un primer movimiento liderado por una plataforma Tsunami Democràtic que reunió a todo el mundo en Plaza Cataluña. No tardaron ni una hora en dar el comunicado: ‘Todos al aeropuerto’. Tenían un objetivo claro: “paralizar el país”.
Miles de personas empezaron a llenar el recinto. En transporte público, en coche o andando llegó la gente hasta colapsar los accesos al Prat. Una imagen de película en el que toda una masa convirtió el vestíbulo del aeropuerto en el epicentro de su ira y se cancelaron más de 100 vuelos. Lo que no sabía el resto del mundo era que esto solo iba a ser el preludio de todo un sinfín de protestas reivindicativas.
Altercados y barricadas en el centro de Barcelona
Llegó la noche en la Ciudad Condal y el ambiente no podía ser más crudo. Miles de personas salieron por el centro de Barcelona para protestar. El martes 15, grupos radicales tomaron las calles y horas más tarde se desataron múltiples altercados. En aquel momento comenzaron los choques entre policías y protestantes. "Fuera las fuerzas de ocupación", gritaba un grupo de jóvenes. Al ponerse el sol del miércoles, la escena volvió a ser la misma. Proyectiles sobrevolando la zona, ataques pirotécnicos hacia un helicóptero policial, adoquines utilizados como arma. Poco a poco la violencia se iba haciendo habitual cuando terminaban las movilizaciones. “No luchamos por la independencia, luchamos por nuestros derechos”, explicaba una mujer dirigiéndose a un Guardia Civil.
Un hombre con la bandera de España también salió a la calle para protestar. "No soy independentista pero este pueblo necesita apoyo", decía Pedro de unos 40 años.
Los destrozos de las protestas superan los 2,5 millones de euros
La factura de los desperfectos ocasionados en Cataluña se incrementa día a día. Más de mil contenedores de basura quemados, señales rotas, pavimento levantado y dañado por el fuego, entre otros muchos desperfectos en mobiliario urbano público en Barcelona que han dejado un cifra millonaria que ya supera los dos millones de euros solo en la ciudad condal, según el último balance del Ajuntament de Barcelona.
Conflictos entre extremistas
La actuación policial durante las protestas ciudadanas contra la sentencia y los disturbios provocó movilizaciones frente a diferentes edificios del Estado. La Fiscalía de Barcelona vio como miles de personas se concentraron para pedir la dimisión del conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, y del ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska.
Fue el día en que miembros extremistas de ultraderecha salieron a la calle. Al caer el sol y ante un operativo policial ineficaz, grupos de jóvenes de signo contrario se enzarzaron en pleno centro de Barcelona provocando varios heridos. Hasta la fecha, cuatro personas han perdido un ojo, en lo que podrían ser impactos provocados por las pelotas de goma utilizadas por la Policía Nacional y prohibidas en Cataluña desde 2014 o por foam, los proyectiles utilizados por los Mossos d'Esquadra.
Líderes políticos en precampaña
Todo un ambiente de agitación en Cataluña que hace más evidente la importancia de esta región en el marco de las próximas elecciones generales el 10 de noviembre. Los líderes políticos ya han marcado claramente sus posturas. El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, se ha dirigido directamente, en uno de sus últimos meetings en Huelva, al actual President de la Generalitat Quim Torra. Le ha advertido que si quiere dialogar sobre lo sucedido en Cataluña, “primero tiene que hablar con los catalanes que no son independentistas”. Por consiguiente, Torra insiste en tener una urgente reunión con Sánchez, ha condenado la violencia e insiste en defender el “derecho a la autodeterminación”.
Momentos tensos los vividos estos días en Cataluña y en España en un momento clave para el futuro de un país cada vez más fragmentado.